sábado, 7 de noviembre de 2020

SUPERNOVAS

SUPERNOVAS Nacidos de explosión de supernovas hijos del Sol y del Sistema Solar ¿Tenemos un rol en el universo? Yo diría que sí Estamos en un universo casi vacío y la mayor parte de él no se ve... Ernesto Cardenal. ¿Cuál será nuestra misión en este bello y golpeado planeta? Algo debe haber como para que amemos y nos enamoremos, segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, día tras día, semana tras semana, mes a mes y año tras año. Universo casi vacío, al momentos al presente en este siglo XXI que es, a ser sinceros apenas la infancia de esta Humanidad tan sórdida, tan desconfiada, tan atada a lo material, tan inmoral y tan poco, muy gravemente poco espiritual. Pese a lo cual, todos los días el Creador nos sonríe, nos perdona y nos apapacha para que nos sintamos seguros, protegidos, amados y libres, con la conciencia tal que muchos de nuestros congéneres son ateos...gracias a Él. Somos apenas una microparte, millonésima versión de lo creado, billones de planetas, estrellas, universos, unos con condiciones para la vida, desde nuestra perspectiva, y otros con ninguna, insisto según nuestros parámetros pululan por el inmenso espacio que no logramos siquiera dimensionar: ¿en dónde empieza? y ¿en dónde acaba? Pero somos tercos y presuntuosos y nos creemos sabios partículas pequeñas, miríadas de la creación... ¿Hasta dónde llegará nuestra ignorancia? ¿Hasta dónde nuestra infinita presunción como para creernos los amos y señores de ésto que estamos destruyendo? Solo Él lo sabe pero juega a que lo aprendamos seguramente otros miles de años mientras aprendemos a ser un poco humildes y reconsideramos nuestro fatal vacío existencial.

sábado, 1 de julio de 2017

YERBABUENA

YERBABUENA

"A veces, cuando abro algún libro,
salen volando sus mensajes
con la huella de la espiral arrancada.
Sus labios, otra vez, saben a hierbabuena!
Enrique Villada.

Hora exacta es ya para besarte
solo en mis recuerdos y no verte
más porque te fuiste dejando aquí
en la boca de mi mente el dulce y
muy amargo sabor de tu mirada;
con la pasión fatal de yerbabuena
que sabe a futuro fugaz y orgasmo
inconcluso pero resulta patraña
de la ingrata memoria que es infiel
como los besos que tú nunca me diste.  
 

martes, 23 de agosto de 2016

ENTREVISTA A NACHO PADILLA

Cultura

Entrevista a Ignacio Padilla, autor de Los reflejos y la escarcha

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“La fantasía es una forma subrepticia, subterránea, discreta y menos dolorosa de confrontarte con el mundo real”


Los reflejos y la escarcha es el más reciente libro de cuentos del escritor mexicano Ignacio Padilla (México, 1968) que se encuentra divido en dos secciones, “Los Reflejos solos” y “Sólo escarcha”, que abordan desde diferentes ángulos el tema de la hermandad entre hombres. Padilla es uno de los escritores mexicanos más reconocidos de la actualidad, maestro en Letras Inglesas por la Universidad de Edimburgo, es miembro de la llamada Generación del Crack y autor de Amphytrion (novela, Premio Espasa-Calpe), La Gruta del Toscano (novela, Premio Mazatlán de Literatura), El año de los gatos amurallados (cuento, Premio Kalpa de Ciencia Ficción), Las antípodas y el siglo, Micropedia I (cuento, Premio Gilberto Owen), entre otros, que conforman una extensa obra narrativa y ensayística, además también ha incursionado en la literatura infantil.
“Los reflejos y la escarcha -cuenta el autor en entrevista- es parte de una propuesta de muy largo término, que entre otras cosas pretende recuperar una tradición, que a mi entender se ha ido perdiendo, la de volumen de cuentos unitarios, pues siento como lector de cuentos y cuentista, una nostalgia brutal por la época de cuando podíamos hablar del libro El llano en llamas o Historia Universal de la Infamia o del Nocturno hindú de Tabucchi, porque me parece que nos hemos acostumbrado tanto los autores como los lectores y la crítica, a que el libro de cuentos sea un cajón de sastre, entonces yo propuse un proyecto de cuatro libros que llevo escribiendo durante décadas, que tengan cierto planteamiento monográfico, que sin ser novela, tengan una comunicación que permitan que el volumen sea unitario. Los reflejos y la escarcha es la tercera entrega del proyecto Micropedia y en este caso particular, a diferencia de los primeros volúmenes que son Las Antípodas y el siglo, que por cierto fue publicada hace ya 10 años y que se reeditará como parte de este proyecto, o como El Androide y las quimeras, este libro sí tiene como obsesión central o pretexto central, qué son los hermanos, la hermandad, pero yo ya tenía en mi haber cuatro o cinco cuentos que trataban sobre el tema de la fraternidad o sobre la ausencia de filiación sanguínea, por eso los retrotraje, la mitad de los cuentos son nuevos y fueron escritos dentro de los últimos cinco años. Pero como todos los escritores, tengo muy contadas obsesiones y una de ellas es justamente la fraternidad.”
Javier Moro Hernández (JMH): Es curioso que abordes el tema de la hermandad, que como vemos en tus cuentos pueden ser causa de conflictos espeluznantes
Ignacio Padilla (IP): Yo mismo me impresiono de lo duros que son estos cuentos, pues el libro está dedicado a mis propios hermanos con los que tengo una relación excelente, pero me ha entrado el prurito de qué van a pensar, porque todos los cuentos ponen en tela de juicio  la idea de la fraternidad y sus filiales, que en literatura son básicamente las filiales del gemelo o del doble, en ocasiones en la poesía la idea del incesto, por ejemplo, y de la idea de la fraternidad se deriva la idea de las sociedades secretas, que sí se encuentra en la tradición literaria pero de manera explícita, la idea del hermano de sangre está menos tratada y bueno yo escribo para entenderme, en primer lugar, y me sorprende mi escepticismo frente a la idea de la fraternidad de los hombres, pues este libro está lleno de desencuentros entre hermanos, crímenes entre hermanos, dudas entre hermanos, fragmentaciones y traiciones en grupos de amistad.
JMH: ¿Podemos decir que la fraternidad es un mito construido a lo largo de la historia?
IP: Yo creo que es una circunstancia necesaria pues necesitamos encontrar un otro siempre, construir un cómplice que puede ser la pareja pero que sea también para una relación fraterna, el amor puede terminar y suele terminar mientras que la amistad suele durar más, es una ironía pero así ocurre, necesitamos de otro cómplice y necesitamos descubrirnos en un otro, aunque hay ocasiones que ese otro nos revela cosas terribles de nosotros mismos y si  no somos capaces  de tolerar eso que nos muestran de nosotros mismos, entonces rompemos el espejo.
JMH: La idea de fraternidad es la semilla que encontramos en las sociedades secretas, tema que también abordas, y en ese sentido tu cuento de “Como un vago tatuaje” me parece muy interesante porque a pesar de que los dos son miembros de una fraternidad terrorista, grupo secreto, el que traiciona es el hermano.
IP: Exactamente, y sin embargo hay una especie de pacto de venganza del hermano, en la última línea de su vida, cuando ya nada vale la pena, cuando ya nada es necesario y su propio hermano es un vegetal, pero él prometió resarcir una traición y si es el hermano tiene que cumplirla.
JMH: También estas hermandades generan la idea de cumplir estas promesas justamente, son pactos que pueden trascender el tiempo
IP: O el sacrificio de un hermano en pro del otro; “El carcinoma de Siam” es finalmente destruir a tu hermano para sobrevivir tú, que eso finalmente se confronta con el cuento de “Trampantojo” en el que hay un pacto entre dos hermanos y se sacrifica uno en favor del otro para poder destruir a un sacerdote que había abusado de los dos cuando eran chicos.
JMH: ¿Cómo fue el proceso de decidir trabajar el tema de la hermandad?
IP: Descubrí en esa recapitulación de mi obra cuentística desde el primer momento de mi escritura, de  mi descubrimiento de que soy, básicamente, un corredor de 100 metros, descubrí, entresaqué, que ahí había una obsesión y me dije que aquí había un tema, yo descubro que esta pregunta constante de la fraternidad estaba ahí, entresaco esos cuentos y luego me sigo hacia los nuevos cuentos, que siguen tratando ese tema que en ese momento me estaba agobiando, porque me estaba agobiando desde hace mucho tiempo.
JMH: Es curioso que abordes este tema de la fraternidad como uno de los elementos centrales de tu libro, pues es justo uno de los mitos que ha construido a la masculinidad a lo largo de la historia.
IP: Hay un elemento tribal que está presente en las sociedades secretas, que está presente en los scouts, como en las pandillas, como en la masonería, en cualquier tipo de grupo hay una tendencia que es, en efecto, sumamente masculina a reunirse en la cantina, en la logia, para que sea ese mundo, porque los varones no tenemos el secreto, el secreto lo tienen ellas, es curioso cómo El Androide y las quimeras que es libro previo, es mi pregunta y mis respuestas a mi obsesión por saber quién es la mujer, y este libro, en efecto, es un libro muy masculino, sobre una actividad y una idea muy masculina del hombre que se niega el amor al otro y que prefiere llamarla amistad, pero que puede llegar a ser más fuerte que el amor hacia una persona del otro sexo.
JMH: A pesar de que se busque el “secretismo” las actividades del hombre son hacia afuera, hacia el público, de cara a la sociedad.
IP: Pero tiene que aparentar que se tiene un secreto, yo he descubierto después de leer todas estas maravillosas novelas de las sociedades secretas, desde El Péndulo de Foucault de Umberto Eco, que es una gran parodia de las sociedades secretas, toda la obra de Dostoievsky, toda la obra de Chesterton, El hombre que fue Jueves, he descubierto después de hacer una revisión de las sociedades secretas en la historia, en la literatura, que el único secreto es que no hay secreto, pero el hombre para tener algún tipo de poder, sobre todo frente al sexo femenino que tiene el secreto de la vida, la mujer tiene el secreto, es el santo grial, nosotros no lo tenemos y entonces nos preguntamos cómo le hacemos para tener algún poder y la respuesta es la simulación de que tenemos un poder y que lo compartimos con una fraternidad y vivimos jugando, porque en ese sentido los varones también jugamos al inútil y desesperado juego de tener un  secreto compartido con otros de nuestro sexo, porque ellas en realidad sí tienen un secreto.
JMH: En tus cuentos siguen muy presentes las realidades alternas, distintas, hay un par de cuentos en los que aparece la ciencia ficción.
IP: No soy un escritor muy consciente de los rumbos que tomo, siempre he dicho que hay escritores de mapa y escritores de brújula, los de mapa saben perfectamente hacia dónde van antes de escribir la primer palabra, tienen en su pizarrón dibujado todo, y estamos los escritores de brújula que empezamos a escribir sin saber hacia dónde van, que nos vamos guiando por las estrellas o por la brújula, entonces yo descubro, como tú, como lector descubres, que en efecto hay un afán de provocar un efecto de separación, de extrañeza, desplazar mis relatos hacia mundos reconocibles pero desconocidos finalmente. Hay aquí un cuento que ocurre en Los Ángeles en los años 50, ¿por qué? No sé, yo no había estado en Los Ángeles cuando lo escribí y por supuesto no existía en los años 50, ésa también es una realidad alternativa. Yo creo que la literatura, o la literatura que a mí me gusta, principalmente desde el siglo XIX ha estado vinculada con lo que hay del otro lado del espejo, porque yo estoy convencido que del otro lado del espejo Alicia se encuentra a sí misma, entonces creo que la literatura necesita distanciar, extrañar un poco al lector, un poco para atrapar al lector, un poco para que el lector no tenga miedo de reconocerse, para que crea que está jugando a leer a alguien que no es él, que no es ella, entonces yo creo que ésa es la razón de que enrarezco la realidad. Yo creo que como lector eres más capaz de enriquecer tu realidad si no te das cuenta de qué es la realidad, la fantasía es una forma subrepticia, subterránea, discreta y menos dolorosa de confrontarte con el mundo real.
JMH: ¿Cómo trabajas los cuentos?
IP: Suelo trabajar tanto mis cuentos como mis novelas que en realidad, y siempre lo he dicho, son accidentes del cuentista que soy, me nacen porque se me desmadra el cuento, y lo mismo para mis ensayos y mi obra para niños, parto de la idea de que voy a escribir un cuento, con una fotografía mental que yo mismo no sé qué va a proceder, que va a nacer, escribo preguntándome quiénes son estos señores, qué va a suceder, qué pasó con el pollo sin cabeza o por qué de pronto veo a un hombre viejo sentado en una silla de ruedas que es cuidado por su hija y su hermano, escribo para saber y voy dejando que nazcan, y por lo general llegan a una cierta conclusión por mi propia fatiga o por mi propio tiempo terminan siendo cuentos, pero en ocasiones me dicen yo soy un ensayo o yo soy una obra de teatro, no funciono como cuento, o a veces también, menos veces afortunadamente, me dicen yo soy novela o así que déjate ir.

viernes, 1 de julio de 2016

EL PARAÍSO RECOBRADO DE JUAN GALVÁN PAULÍN, Fernando Fernández


viernes, 1 de julio de 2016

El paraíso recobrado de Galván Paulin

Galván Paulin. Foto oficial de la Escuela Mexicana de Escritores.

[El siguiente texto fue leído en la presentación del libro de Juan Galván Paulin,Mi cuerpo germina temblor entre tus labios, el 9 de febrero de 2016 en el Centro Cultural Helénico, en la que participé al lado del autor y del poeta Arturo Córdova Just. La presentación se repitió el pasado 6 de abril, con los mismos participantes, en la nueva sede de la Escuela Mexicana de Escritores.]

La simpatía es, para mí, la condición esencial de la crítica, entendida como lo que es:“inclinación afectiva entre personas”, dice el diccionario, “generalmente espontánea y mutua”. Ya en otro lugar traté de probar cómo ese adjetivo, “mutua”, puede definir también la inclinación entre personas y objetos, y que bien puede manifestarse de un objeto hacia la persona que se relaciona con él, en este caso un libro, una obra literaria; es decir, que hay libros respecto a los que uno puede sentir simpatía por la simple razón de que ellos, esos libros, en determinadas circunstancias, parece que la muestran también hacia nosotros.
 
Galván Paulin hace para mí una "mudra", dice él, en una comida de maestros de la Eme.

Lo primero que sorprende del nuevo libro de poemas de Juan Galván Paulin es el torrente de palabras y de sensaciones que bulle en sus páginas, lo que se nota, entre otras cosas, en la manera en la que está resuelto formalmente. La poesía se sale de sus cauces formales tradicionales y roza la prosa, o se instala en ella –pero la vena es poética y poéticas son sus intenciones y sus alcances. Si la distancia que ofrece la medida del verso tradicional le parece corta, es porque la pasión que arrebata a Juan es tempestuosa y necesita de espacio, de suficiente espacio, para exponerse y decir.

Borges en México. Foto de Rogelio Cuéllar.

El tema del libro es la recuperación del paraíso perdido: ya se sabe –y Borges, por ejemplo, lo dijo hasta el cansancio– que sólo existen los paraísos perdidos; lo otros, por definición, no son paraísos, no pueden serlo. Y hay un paraíso que es el más paradisíaco de todos, aquel que se finca en la recuperación del amor perdido. Borges lo dice por ahí: nada hay como el amor denegado, vuelto a recuperar. Precisamente por estos días, caigo en la página en la que afirma Montaigne que sólo vale la pena poseer lo que se ha deseado largamente.

Pero digo “tierra” y en realidad debería de decir “ciudad”: el centro, San Cosme, el Paseo de la Reforma son algunos de los lugares en los que ese paraíso cobra vida. La vida, hasta el momento de la recuperación amorosa, ha sido lo que pasó bajo un puente que está sostenido por dos columnas: la primera, el momento en que se perdió el amor; la segunda, el momento en que se ha recuperado. Bajo la lluvia, el Paseo de la Reforma es el espacio por el que se ha paseado la tristeza irremediable, el hastío y el aburrimiento, y es ahí mismo donde puede ocurrir el milagro del reencuentro y la reconciliación.

Y digo “ciudad” y menciono el centro o San Cosme o el Paseo de la Reforma, pero en realidad debería de decir que también el hotel, los hoteles. Hay pocos lugares en los que se pueda sentir la soledad como en un hotel, cuando uno está de paso, y a solas. Es, me parece, una de las metáforas de la desolación amorosa. La imagen del hotel a solas acompaña y obsesiona al poeta, y será precisamente en un cuarto de hotel en donde ocurrirá la revelación a que va a conducir el reencuentro: el cuerpo largamente deseado, paraíso en sí mismo, será recuperado en un cuarto de hotel.


Hombre de libros y cultura, sabio, lleno de noticias sobre los tiempos heroicos, Juan sabe que su vida misma es la representación de todo lo que ha leído y por eso su vida y su persona está marcados por sus lecturas, lo que se representa en él de manera natural, como si fuera una manera de respirar. Juan sabe que en sus actos y en sus decisiones están representados todos esos mitos de los que tanto sabe. Y Juan sabe también que su vida es irrepetible, y que el mito se cumple en uno, o uno ve en los mitos ese cumplimiento para entender lo que se vive, mucho más cuando se trata de entender la propia experiencia.

Por eso Juan no puede ver el mundo sin esas historias y esas explicaciones, y por eso su poema está salpicado de referencias a todo ese mundo, que alienta detrás de lo que vemos, de lo que él ve. Juan vive a través de lo que ha leído o ha escuchado. Por eso la mejor manera que tiene de explicarse los 40 años que han debido pasar antes de la recuperación del amor, es la guerra de Troya, y son los años en que Ulises ha estado ausente. Más cuando se da cuenta de que su periplo ha sido del doble de duración: si la guerra a la que ha acudido Ulises ha durado diez años, y su regreso le ha tomado otros diez años, la aventura de Juan se he llevado el doble de tiempo de su vida. Cuarenta años, escribe el poeta; cuarenta años, se repite. La referencia a Troya y todo lo que supone, es perfecta; el alargamiento temporal es suficientemente expresivo de lo que ha sido para él la gesta amorosa: su gesta, los años que han tenido que pasar para reencontrar la Ítaca del cuerpo amado le ha llevado ¡el doble de tiempo que la gesta homérica!


Así ocurre con otros personajes de la mitología grecorromana, como Medea, la mujer hechicera, o Ismene, la hija de Edipo y de Yocasta, pero también con Xólotl, el dios mesoamericano del fuego y el ocaso. Este dios viene bien para ejemplificar el cambio que se ha obrado en el poeta. El desgate físico, el cambio del físico, todo aquello quese ha sido entre las mezquiteras, o entre los autos, y con el paso del tiempo y la llegada de los hijos, temas en los que reflexiona el hombre solo en el hotel, hace que el poeta se duela o celebre, y todo ello convierte al poema en una recuperación del tiempo perdido y un intento de búsqueda de razones para entender el tiempo que ha pasado, en el cuerpo mismo de quien lo ha vivido.

Chet Baker.
Su estado es una suerte de lúcido aturdimiento, que es el del amor, por eso escucha mejor y con oído más agudo, y por eso aparecen el Almost blues de Elvis Costello interpretado por Chet Baker, o elBlue in Green de Miles Davis. Por eso aparecen los versos de Mario Benedetti, Amado Nervo, Edmond Jabés o Ungaretti. Y por eso aparece el canto del cenzontle. La vida se apoya en todos esos referentes que entran por los ojos y por los oídos, y va cargando de sus sensaciones todo aquello que experimenta el poeta. Sólo en el paraíso recuperado dejan de doler, cuando son el canto vivo de las horas que hemos conseguido recuperar del tiempo que ha pasado arrastrándonos consigo.

Pasolini entrevista a Ungaretti.

El armado de Mi cuerpo germina temblor entre tus labios, que en realidad recoge un solo poema extenso, es musical: a Juan le interesa subrayar que detrás de su experiencia de recuperación amorosa hay un cierto sentido musical, y es por eso que las partes de su poema, tres partes de tamaños irregulares, se llaman “Grave ritenuto”, “Andante sostenuto” y “Adagio a capriccio”. Las series proponen una suerte de orden-desorden que priva sobre el conjunto de los materiales; un orden nuevo del desorden felicísimo con que se vive y ama.

Juan ha vivido y escrito su historia de una determinada manera, pero a la hora de armar la secuencia general del poema advierte que la exposición debe ser levemente distinta a la expresión de su primera materialidad, por eso los capítulos, o mejor dicho los cantos, tienen una numeración que de cuando en cuando se ve alterada. Se trata de veinte cantos, organizados, como ya decíamos, en tres partes de tamaños irregulares, pero esos veinte cantos no aparecen ordenados forzosamente de acuerdo a la progresión natural de la numeración, que de pronto experimenta algún salto: entre el cuarto y el quinto canto, aparece el décimo sexto; o hay dos cantos cuartos…


Los nombres de las secciones en que están organizados los cantos son bastante expresivos de sus intenciones. Juan acude, como veíamos antes, a la nomenclatura musical. La primera parte se llama “Grave ritenuto”. Como sabemos, el modo “grave” significa “lento”; es una suerte de adagio con un carácter de seriedad, de gravedad (de ahí su nombre); “ritenuto”, por su parte, es un término que se usa mucho en música pero no para describir el carácter de un movimiento sino de un pasaje específico; se retiene, quiere decir la palabra, el flujo acumulado de la pulsación rítmica (como en una cámara lenta). El nombre parece atinar al describir una situación de seriedad, incluso de gravedad, que, a pesar de su larguísima duración, ha sido vivida con todavía gran lentitud.

La segunda sección se llama “Andante sostenuto”; el “andante”, ya lo sabemos, es un tiempo entre el allegro y el adagio, próximo al “moderato”; no es alegre ni lento; fluye pero no va con la rapidez de allegro ni con la lentitud del adagio. Por su parte, en el “sostenuto” (estamos analizando la expresión “andante sostenuto”) se busca que el sonido se sostenga todo lo que se pueda, pero sin romper la frase. Es una suerte de alargamiento, el máximo posible, que permite que cada nota luzca, pero sin que se interrumpa su flujo hacia la nota siguiente.


Por último, el “adagio a capriccio”, que es como se llama la tercera y última parte, se compone de ese “adagio” que no es más que un tiempo lento, que se adjetiva con ese “a capriccio”, o “caprichoso” que sugiere una cierta libertad interpretativa. Es decir, a voluntad del intérprete, se imprime en la interpretación, de las notas, por supuesto, pero también de los sentimientos y las emociones vividas, la propia subjetividad.

Esos nombres son bastante expresivos de las intenciones de Juan: un tiempo largo, que se ha vivido con mayor duración aún que los cuarenta años cronológicos, el doble Homero, por decirlo así, con que se ha vivido la separación y el anhelo; un flujo que no tiene prisa, y que se alarga para ser vivido con todo lucimiento y gozo, y no menos que eso, con la sabiduría que dan los años decantados, ese largo desear a solas en una calle lluviosa o en un cuarto de hotel. Por último, una interpretación libérrima, cargada de subjetividad.


Por fin Juan ha conseguido volver, de la trama apretada y a veces crudelísima de la vida, con una presa en su red de hombre de palabras, y ella no es otra que, tal como la describe él mismo con sus propias palabras, “esa extraña ave de la que abjuran los poetas […] que es la felicidad”.

_____________________
Gracias a mi amigo Sergio Vela por su asesoría musical.

Las imágenes que aparecen en este postproceden de diversas fuentes de Internet. Ungaretti aparece en un momento de su entrevista con Pier Paolo Pasolini. El primer retrato de Galván Paulin es de Mario González Súarez. Los dos siguientes, míos. La foto de Borges es de Rogelio Cuéllar.

martes, 29 de marzo de 2016

MEMORIAS AJENAS, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón


MEMORIAS AJENAS

Vereda de la vida vaticinios oscuros
van los pasos siguiendo rutas marcadas
de antemano por alguien tal vez desconocido
pero no obstruyamos los planes ya cernidos
y demos voz a las palmas que no suenan
ni pasan, ni se escuchan y corren silenciosas...
Vereda de la vida luminosos caimanes
aparecen en el futuro rancio y parlotean;
conminan a seguir a refrendar de frente
las huellas de otras generaciones
diligentes siguieron y proclaman 
que ese es el camino para dar con el paso
definitivo y bueno para todos, comunidad
de intereses, resguardo de alegrías:
toca alguien a la puerta y no abren
son los duendes ajenos a los sueños
que otrora soñamos tú y yo ¿lo 
recuerdas acaso o ya olvidaste de nuevo?
No quiero ya volver. el pasado es algo
trunco, insensible, doloroso y fatal.
No quiero volver; no me hagas retroceder
porque caigo de nuevo al precipicio...

lunes, 29 de febrero de 2016

DOS POEMAS DE MINERVA MARGARITA VILLARREAL

Presentamos dos poemas del libro: Las maneras del agua, con el que Minerva Margarita Villarreal obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes de este año.





Aparece


Antes del alba sus manos traen el cielo hasta el muro de piedra
y en lecho de madera abro los ojos que no abro
Su hábito solar su descalzo venir
estando aún dormida con otros ojos vi
Tersa Teresa de las metamorfosis
blanca es rosa su piel roza casi su rostro
Detrás del respaldo que no hay
ella misma es respaldo:
Cara brazos torso manos sobre mi cabeza
Inclinada está:
Cúmulo de luz Teresa bajo el velo negro en la tiniebla rémora
sus pies desde otro plano
la vigilia previa de atravesar
el curso de los astros
e irrumpir
Tersa de las meditaciones
En la tierra el espanto:
Más que asombro
mantequilla líquida penetrando
por no sé qué resumidero
el cuerpo:
Seré una alcantarilla en manos de Teresa
una fiebre de oro de las llagas de Cristo
un cielo desprendido del siglo dieciséis
una viuda oscilante un dominico en ascuas
una familia perseguida
y de cuatro maneras germinará lo plantado:
Agua del pozo
Agua de noria sin anegar el huerto
Agua de río o del arroyo
Lluvia del cielo:
La humanidad de Cristo desnuda tus pupilas
su tórax alanceado aún gotea
Bañémonos Teresa en esta rojedad
En la tierra el espanto
Bañémonos Teresa
El espanto Teresa
Bañémonos Teresa en esta rojedad




Laude

Mientras me como esta manzana
Dios viene a bendecirme
parpadeante de sol
desciende
al vuelo
de la paloma
con su piel
su pelo alborotado
y un joven
que conduce a la puerta
del programa de los doce pasos
El muchacho es adicto
De cada diez
uno no recae:
La impotencia de sus labios
por mi sangre
fluye





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jueves, 18 de febrero de 2016

LÍCITO, Lina Zerón (México)



LÍCITO

Esta intolerancia al desamor mala leche,
a creer que la vida es un caleidoscopio
donde ambos nos unimos en un solo matiz,
pero tú eres café, gris, casi negro,
te aprovechas de cualquier colora
vas probando una a una y las descartas todas.
Lo mejor sería fijar un afiche en lo alto de un poste
que diga que en el amor todo es legal,
la irresponsabilidad de tejerte en varios cuerpos
atropellar a tu pareja con perjurios.
Lícito sería hacer al novio picadillo en gran parrilla,
recoger los restos de corazón y pulmones
y abonar con eso el jardín.
Al cabo la desvergüenza es legal.

Lina Zerón
Del libro: Pétalos de Fuego que se presentará el 27 de Febrero a las 19:00 hrs en el Pabellón de Chihuahua.